El Acceso al Agua Potable es Fundamental Para la Salud
El acceso al agua potable es fundamental para la salud, uno de los derechos humanos básicos y un componente de las políticas eficaces de protección de la salud.
La importancia del agua, el saneamiento y la higiene para la salud y el desarrollo han quedado reflejados en los documentos finales de diversos foros internacionales sobre políticas.
Entre las conferencias relativas a la salud, podemos citar la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud que tuvo lugar en Alma Ata, Kazajstán (ex Unión Soviética) en 1978. Entre las conferencias sobre el agua, destacan la Conferencia Mundial sobre el Agua, de Mar del Plata (Argentina) de 1977, que dio inició al Decenio Internacional del Agua de consumo humano y del Saneamiento Ambiental de 1981-1990, así como los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en 2000 y el documento final de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, realizada en Johannesburgo en 2002.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el periodo de 2005 a 2015 como el Decenio Internacional para la Acción “El agua, fuente de vida”. Más recientemente, la Asamblea General de la ONU declaró el agua de consumo humano limpia y segura y el saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y todos los demás derechos humanos.
“Prologo: Guías para la calidad del agua de consumo humano”
© Organización Mundial de la Salud 2018
Sobre el Protocolo sobre Agua y Salud
Hoy en día, la mayoría de los europeos dan por sentado el agua potable. Sin embargo, solo en la región paneuropea, alrededor de 19 millones de personas todavía no tienen acceso a fuentes de agua mejoradas y 67 millones de personas carecen de acceso a instalaciones de saneamiento mejoradas. Aproximadamente 100 millones de personas no tienen acceso a instalaciones de saneamiento en el hogar, lo que las hace vulnerables a enfermedades relacionadas con el agua, como el cólera, la disentería bacilar, las infecciones por coli, la hepatitis A viral y la fiebre tifoidea. El Protocolo de 1999 sobre Agua y Salud se negoció teniendo esto en cuenta.
El principal objetivo del Protocolo es proteger la salud y el bienestar humanos mediante una mejor gestión del agua, incluida la protección de los ecosistemas acuáticos, y mediante la prevención, el control y la reducción de las enfermedades relacionadas con el agua. El Protocolo es el primer acuerdo internacional de este tipo adoptado específicamente para lograr un suministro adecuado de agua potable y un saneamiento adecuado para todos, y proteger eficazmente el agua utilizada como fuente de agua potable.
Para alcanzar estos objetivos, sus Partes deben establecer metas nacionales y locales para la calidad del agua potable y la calidad de las descargas, así como para el desempeño del suministro de agua y el tratamiento de aguas residuales. También son necesarios para reducir los brotes y la incidencia de enfermedades relacionadas con el agua.
Este Protocolo introduce un componente social en la cooperación en la gestión del agua. La gestión de los recursos hídricos debe vincular el desarrollo social y económico con la protección de los ecosistemas naturales. Además, mejorar el suministro de agua y el saneamiento es fundamental para romper el círculo vicioso de la pobreza.
¿Qué son los derechos y qué significan?
- El derecho al agua da derecho a todos a tener acceso a agua suficiente, segura, aceptable, físicamente accesible y asequible para uso personal y doméstico.
- El derecho al saneamiento da derecho a todos a tener acceso físico y asequible al saneamiento, en todas las esferas de la vida, que sea seguro, higiénico, seguro y social y culturalmente aceptable y que proporcione privacidad y garantice la dignidad.
Definiciones
“Suficiente”: El suministro de agua para cada persona debe ser suficiente y continuo para uso personal y doméstico. Estos usos normalmente incluyen beber, saneamiento personal, lavado de ropa, preparación de alimentos, higiene personal y doméstica.
“Segura”: El agua requerida para cada uso personal o doméstico debe ser segura, por lo tanto, libre de microorganismos, sustancias químicas y peligros radiológicos que constituyan una amenaza para la salud de una persona. Las medidas de seguridad del agua potable suelen estar definidas por normas nacionales y / o locales para la calidad del agua potable.
“Aceptable”: el agua debe tener un color, olor y sabor aceptables para cada uso personal o doméstico. Todas las instalaciones y servicios de agua deben ser culturalmente apropiados y sensibles a los requisitos de género, ciclo de vida y privacidad.
“Físicamente accesible”: toda persona tiene derecho a un servicio de agua y saneamiento que sea físicamente accesible dentro o en las inmediaciones del hogar, institución educativa, lugar de trabajo o institución de salud.
“Asequible” : El agua y las instalaciones y servicios de agua deben ser asequibles para todos.